XX: Flowerless

’La frase de Coco Chanel, “La moda tiene dos propósitos: la comodidad y el amor”, recuerdo nunca me ha representado. Aún cuando era adolescente e iba a comprarme ropa con mi padre. La sensación no era ni de comodidad, ni de amor... En aquél tiempo estaba algo gordita y me era imposible entrar dentro de las prendas de las tiendas de ropa al uso, ya que el icono de la perfección era una talla 34...Para frustración mía, mi cuerpo no se ajustaba a las medidas que las marcas de ropa exigían para poder llevar sus prendas. Esta acción nace a raíz de la depresión de muchas mujeres actuales que viven esclavizadas por las tendencias marcadas por una moda que no está hecha para su comodidad ni para respetar su cuerpo. Las modelos, ya sean curvys o delgadas, siguen un patrón estándar para poder lucir en esta industria. La belleza está marcada por la talla, no por la autenticidad de la persona, ni por la energía, ni por el carácter, ni siquiera por su capacidad intelectual. Es cierto que desde hace tiempo han comenzado a cambiar un poco los estándares de belleza, aunque siguen siendo eso... estándares. La industria de la moda está gobernada por hombres que marcan las tendencias a cuerpos de mujeres. Mientras tanto, las mujeres de a pié siguen padeciendo las frustraciones que la estética de la moda les exige, porque aunque no quieran entrar en el juego, se ven obligadas a mantener unos estándares físicos y psicológicos marcados por la industria de la moda que constantemente les dice cómo vestir, las proporciones que deben tener, cómo comportarse y cómo reaccionar.