Una
“deconstrucción” escénica a modo de recorrido por un campamento militar prebélico
con instalaciones sobre el sacrificio de Ifigenia, inmolada por su padre para
salvar el honor de los griegos (según palabras del padre). A través de una selección
de momentos significativos de la tragedia, nos introducimos en esos instantes
donde el ser humano consiente y ordena el sacrificio, en sí mismo o en el otro,
a costa incluso de su propia humanidad.
La pasividad de la
mayor parte de la sociedad, que observa estos sacrificios, estas injusticias,
sin reaccionar con la contundencia deseada, es también denunciada por medio de
la referencia al peep show, al espectador que mira sin
ser visto, que consume escópicamente, movido por una curiosidad pasiva, o simplemente
por el morbo, sin que medie una reacción ética. Históricamente, el concepto de
peep show se refería también a cajas como las que el espectador se encuentra en
el inicio de esta Ifigenia. Pero la mirada se ha degradado con el tiempo, y en
el presente esta Ifigenia se pregunta por la posibilidad de una mirada ética
sobre los seres humanos -especialmente sobre las mujeres- sobre los
sacrificios, sobre las tragedias que en muchas ocasiones alimentan visualmente
nuestra cotidianidad sin llegar a traspasarnos.
No en vano la otra
gran víctima, junto a Ifigenia, es otra mujer: su madre, Clitemnestra, la
esposa de Agamenón, a la que se da vida en el montaje utilizando la técnica
japonesa del otome bunraku, donde muñeco y actriz se mueven a la vez, sin que
sea posible discernir donde acaba uno y empieza otra. La Clitemnestra doliente
es otra víctima femenina de la tragedia de Ifigenia; el ámbito de lo cotidiano,
de lo íntimo, y con ello, el ámbito de las mujeres, es arrasado sin miramientos
en nombre de conceptos abstractos como el honor o la victoria.
En este montaje,
como otros de The Winged Cranes, se mezclan los lenguajes del bunraku y otome
bunraku japonés, las vídeo proyecciones, el performer manipulador y manipulado,
el teatro de sombras y el uso de la luz para iluminar los espacios que cobran
vida, como un títere más, para adentrarnos y meternos en el mito y en la
tragedia, no como algo alejado a nosotros. De esta manera el público acaba
encerrado en su propia tienda, desde donde mira, desde dentro y protegido, el
ciclo infinito y absurdo de la guerra, de todas las guerras.
Sábado 17
Hora: 19:30
Duración: 45
Lugar: BALUARTE DE LA CANDELARIA
Sábado 17
Hora: 21:00
Duración: 45
Lugar: BALUARTE DE LA CANDELARIA
Sábado 17
Hora: 22:00
Duración: 45
Lugar: BALUARTE DE LA CANDELARIA
Domingo 18
Hora: 18:00
Duración: 45
Lugar: BALUARTE DE LA CANDELARIA
Domingo 18
Hora: 19:00
Duración: 45
Lugar: BALUARTE DE LA CANDELARIA
Domingo 18
Hora: 20:00
Duración: 45
Lugar: BALUARTE DE LA CANDELARIA