Desarrollando el lenguaje del teatro de marionetas y de objetos, del teatro físico, la
temática del exilio surge en este solo como el centro de las interrogaciones.
En el hall de una estación de trenes imaginaria hay un hombre cargado de maletas.
Viajante sin destino con una historia guardada en el equipaje.
El tren no llega. Desesperado, el hombre abre una maleta detrás de otra, revelando
pedazos de su vida. Del fondo de ellas salen badajos, un uniforme de combate, paja,
tierra, paisajes de la memoria...