Un hombre ha partido y no se sabe nada de él. Amarillo, Texas es el destino al que
nunca arribó. Una mujer en la distancia reconstruye su cuerpo, su identidad, su probable
itinerario y un discurso imaginado del ausente. De la recuperación de estos trazos y
huellas surge la orografía y los paisajes factibles de su recorrido. Una pesquisa donde se
manifiesta, además de la huella geográfica y documental, la huella emocional de la
ausencia. Ese hombre y esa mujer tienen múltiples rostros, cientos de miles de
identidades que conforman la imagen de un pueblo en éxodo continuo que se vacía
lentamente. Amarillo es una remota población, pero también el color intenso y el rigor
extremo del sol del desierto.
Pieza que explora las nociones de identidad cultural, las relaciones entre lo real y lo
virtual, entre lo documental y lo ficticio. Bordada en un proceso que va de la instalación
a la acción escénica, de la improvisación con objetos a la construcción de paisajes, que
van hilando motivos y la narrativa visual del espectáculo. Paralelamente, una voz fluye
como materia sonora, como seña de identidad y paisaje sonoro de la puesta en escena.
Los lenguajes de la Media, la presencia física de los actores y los objetos son los
vehículos para este tránsito hacia Amarillo.